sábado, 27 de octubre de 2012

¿Qué será de nuestras vidas?


Es realmente sorprendente, el cambio que han tenido nuestras vidas debido a todos los avances tecnológicos. Dejemos a un lado el hecho de que nos hemos vuelto más sedentarios, que hemos dejado de salir de nuestras casas y en general que nuestros hábitos no son los mejores. Nuestra privacidad y nuestras relaciones interpersonales han cambiado de forma drástica.

Vivimos en un estado de ironía; ¿quién no se molesta al tener que llenar formatos de información en bancos y aeropuertos? Pero ¿quién no da sus datos para poder ingresar a una red social? Constantemente nos quejamos por todos los procesos de recolección de datos, y no tenemos en cuenta que el internet, también es una base de datos.

Los estudios que hace Google a partir de la actividad de sus usuarios son una mínima muestra de que estamos siendo monitoreados desde el internet. Hollywood no se aleja mucho de la realidad al crear historias donde las personas son rastreadas a partir de su actividad en internet, llamadas telefónicas o movimientos bancarios. Todas estas cosas en realidad quedan registradas, y permiten a quien tenga acceso a ellas, poder hacer un seguimiento de todas las personas. Ahora es virtualmente imposible no estar bajo el radar.


Las telecomunicaciones son cada día más innovadoras, todo lo que anhelaban los amantes del Sci Fi, y que parecía ser tan descabellado, se está haciendo realidad. Uno de muchos ejemplos, son los Smart-phones, que son como mini computadores, que cargan toda nuestra información y nos permiten llegar a todas partes del mundo.

La red está consumiendo nuestras vidas por completo. El día en el que cambiemos la posibilidad de estar físicamente con una persona, por estar conectados a la Red, ya está llegando.  Se ha vuelto normal, llegar a una reunión donde la gran mayoría, si no todos, están texteando, o hablando por sus celulares, pero no hablan entre sí. Estamos poco a poco perdiendo nuestra capacidad de hacer contacto con otros.


Nuestras vidas, son comprimidas y restringidas a la capacidad de nuestros computadores y del resto de nuestros aparatos electrónicos. Podríamos incluso decir, que quién no hace parte de las redes sociales, quién no pueda conectarse de alguna forma a la red, no existe. Estar registrado en la Red, es casi como tener un registro civil; de hecho, nuestro registro en la Red es mucho más personal que cualquier otro, pues identifica nuestros gustos y nuestras relaciones con otras personas.




Nuestras vidas “reales” están siendo juzgadas por nuestras vidas “digitales.” La Red nos permite ser quien queramos ser, por ésta razón, es que hay tantas personas que viven una vida que podríamos llamar paralela, o falsa en internet. En el capítulo de South Park, “You Have 0 Friends”, podemos ver como las redes sociales ahora 1) hacen de nuestra vida privada, una vida pública y 2) somos juzgados por lo que hemos publicado.



La Red y la tecnología están cobrando vida propia, ya no necesitan de una persona que las controle y regule. La gran mayoría de las páginas se renuevan solas, los usuarios actualizan su contenido, sin la necesidad de un webmaster que diseñe y elija los contenidos. 


No puedo negar que la Web y la tecnología nos han ayudado muchísimo a realizar lo irrealizable. No podría comunicarme con mi familia y amigos con la misma facilidad que lo hago ahora, sin ayuda del Internet. Sólo espero que en adelante, se maneje de forma ética la capacidad de la tecnología; ya hemos hecho públicas nuestras vidas, pero espero que las grandes empresas y los gobiernos utilicen estos medios para controlar las mismas.

Queda decir, que debemos ser un poco más cuidadosos a la hora de publicar nuestra información en la Web, pero es aún más importante, que nos tomemos el tiempo de descansar de ella; tomémonos un tiempo para charlar con otras personas, dar un paseo, leer un libro… ustedes escogen, las posibilidades son infinitas.